Saturday, August 16, 2025

Sobre el discurso por fiestas patrias - 2025

Estudiante: Morales Figueroa Shantall  

Sección: 5to. "B"

El martes 22 de julio de 2025, en nuestra Institución Educativa N.° 135 “Toribio Rodríguez de Mendoza”, se llevó a cabo una emotiva conmemoración por Fiestas Patrias. Se presentaron diversos números artísticos que realmente me llenaron de orgullo como peruana. Sin embargo, desde mi punto de vista, uno de los momentos más conmovedores fue el discurso pronunciado por el docente Arias Rivadeneyra. Su estilo dinámico logró llegar al corazón del público.

El profesor inició su intervención refiriéndose a la incertidumbre existente sobre si el jueves 24 y viernes 25 de julio se llevarían a cabo clases virtuales. En el trasfondo de esta situación, señaló una problemática que aterra a muchos peruanos: el sicariato, que arrebata la vida de personas trabajadoras, a quienes él denominó “gente que sí le gusta trabajar”. Frente a ello —afirmó—, el pueblo alza su voz de protesta ante autoridades que parecen cerrar los oídos a las quejas.

Más adelante, destacó que el Perú es una fusión de la cultura andina, de la cual heredamos valores milenarios, y de la cultura occidental, que nos legó el idioma y el libro. Señaló que el Perú que hoy conocemos se forjó desde el siglo XVI con el sometimiento de nuestros ancestros por parte de España, a la que describió metafóricamente como una mujer frívola, egoísta y llena de joyas: más preocupada por su apariencia que por escuchar la voluntad de su pueblo, que a gritos pedía justicia, pero fue silenciado.


El docente resaltó que, a pesar de ello, hubo un aspecto rescatable: los hijos de aquella España, los criollos, como Don José de San Martín, quienes hicieron posible la tan ansiada emancipación. Sin embargo, recordó que esta no fue bien recibida por todos, pues algunos grupos se resistieron al cambio por temor a perder sus privilegios.

A partir de este contraste, el profesor vinculó la historia con la realidad actual, en la que siguen existiendo “los buenos”, aquellos que luchan por el progreso, y “los malos”, quienes actúan únicamente por interés, sin importarles el bienestar de la patria. Fue entonces cuando nos dejó una gran reflexión: ¿Qué es la libertad? Él mismo respondió de manera clara y concisa: la libertad es “hacer las cosas por nosotros mismos, como lo hicieron esos hombres, los buenos”.

Finalmente, cerró su discurso con un mensaje que quedó grabado en mi memoria: no existe mayor satisfacción que hacer las cosas bien, incluso si ello requiere esfuerzo y sacrificio. Nos invitó a ser parte de “los buenos”, a cumplir con nuestros deberes y a poder decir con orgullo: “¡Viva el Perú!”